Ayer, llegando a México en un viaje fugaz de trámites, vi en las noticias que Hillary hizo referencia a Lincoln en el debate. Trump, según entendí, le hizo saber que ella no era Lincoln y dio a entender, con la caballerosidad que lo caracteriza, que estaba muy lejos de serlo.
Me puse a pensar que los dos candidatos estaban lejos de ser, no solo como Abraham Lincoln, sino como cualquiera de muchos de los líderes que los antecedieron, muy a pesar de que uno de los dos en semanas será su sucesor, según mis cálculos y datos de Wikipedia, número 28.
Dónde están el Churchill, el Gandhi, el Juárez, el Bolívar de estos tiempos? Esta no es una pregunta ilusa, se supone que como Humanidad debemos ser cada vez mejores. Quedé con la idea dándome vueltas.
Hoy en la mañana comentaba acerca de eso con un taxista que me llevaba al trámite número 3 y, justo conversando de la diferencia entre los líderes de ahora con los de antes, pasábamos por Lomas de Chapultepec, frente a una estatua del prócer de la independencia hispanoamericana Antonio José de Sucre y le pregunté, sospechando que desconocía la respuesta, ¿sabes a que edad murió ese señor de la estatua? Sin esperar su respuesta, le dije que necesitó apenas 35 años para inmortalizarse y para ser reconocido, junto con Bolívar y muchos otros, como liberador de naciones, con lo que se validaba lo que veníamos conversando. Por cierto, hablando de personajes inmortales, el taxista me comentó que cuando él tenía apenas 8 años de edad, regaba semanalmente la supuesta tumba de Pancho Villa en Chihuahua.
En la noche, ya en el Benito Juárez (aeropuerto con nombre de Benemérito) esperando mi vuelo de retorno, vi a un gran hombre a quien admiro, a pesar de que sus ideas no se parezcan tanto a las mías. Le pedí tomarme una foto con él y le hice un par de preguntas.
Ahora, ya en el avión de regreso, se me desvela toda mi trama, como si fuera una novela corta. Los líderes de nuestro tiempo no son como los de antes porque el mundo no es como era antes. Los líderes como Pepe Mujica, a quien le agradezco la foto y su cercanía hoy cuando le pedí que fuera más duro con los dictadores de Venezuela; líderes como Leopoldo López y miles de venezolanos que están sacrificando mucho más que su confort, por mi país, líderes como Francisco y la madre Teresa. Mujeres y hombres como ellos serán recordados cuando la Humanidad esté preparada para entenderlos.